
Movimientos Estudiantiles
Análisis en conjunto
¿A qué se deben las similitudes y/o estas diferencias?
En general, se llegó al consenso de que las similitudes preceden en general a un contexto internacional en revolución. En primera instancia, para hacer la primer “Pista” partimos del texto “Los Setenta años y huellas en el presente” de Fazio (2007), el cual asevera que a partir de la subsunción de la modernidad clásica dentro de la modernidad mundo, se generó un desarrollo de un régimen de historicidad presentista y global, que permitió la intensificación de la globalización, la transformación del mundo en una categoría histórica y el tránsito hacia la historia global (Fazio, 2007, p. 16).
En otras palabras, a través del movimiento del 68, se generó un quiebre en la historia mundo, esto no quiere decir por sí solo llegó a germinar de una revolución masiva, sino una transformación sociocultural silenciosa; que no fue reconocida con inmediatez, sino que requirió de acontecimientos posteriores, como el fin de la guerra fría, para que emergieron claramente a la luz el trasfondo simbólico de los procesos catalizados generados por dicho evento. Además, la presentización y sobre las modernidades entretamadas y superpuestas, lo cual supone una caída del eurocentrismo y de la historia entendida desde una perspectiva unilateral naturalista.
En rigor, 1968 fue un año en que se produjeron acontecimientos en vías de globalización, en donde se dio la tendencia de desterritorialización del Estado para posicionar las situaciones más en términos globales, y permitir profundizar en instancias de separación identitaria entre los pueblos, de las etnias, de las culturas, de sus espacios específicos de asentamiento. En otro orden de ideas, tal como se resalta en el texto, aunque estas movilizaciones hayan acontecido hace más de cuatro décadas, sigue siendo un punto inmanente de la historia debido a que logró transformar el antiguo modelo de modernidad, desafiando a las antiguas autoridades y regímenes. Los movimientos sociales de 1968 brotaron como una revolución social en respuesta a un contexto global de crisis precedido por la segunda guerra mundial y el precedente de la nuevas guerras (término precedente a Mary Kaldor), el fin de la guerra fría el cual trajo consigo el cuestionamiento de los regímenes tradicionales, los preceptos del capitalismo y el socialismo, el surgimiento de nuevas identidades étnicas, culturales, política, etc. Así como el reconocimiento y reivindicación de identidades poblacionales con los nuevos intereses y necesidades sociales.
Ahora bien, este quiebre en histórico dio la posibilidad del cuestionamiento de múltiples modelos tradicionales a nivel global, así que en Colombia se llegaron a germinar ideales del cambio en el modelo tradicional establecido en las instituciones de la constitución de 1886. No obstante, queremos resaltar que no posicionamos a el movimiento de 1968 como una causalidad al origen de los movimientos estudiantiles de 1971 y 1989; sino que consideramos hay una relación entre los movimientos estudiantiles colombianos y el movimiento del 68. Siendo que, de manera indirecta por su legado simbólico, llegó a generar un impulso indirecto el cual caló en la transformación de un “estado moderno” que no respondía a las necesidades de una sociedad multicultural y pluralista emergente.
Por otro lado, consideramos que el modelo del “Estado moderno” infirió como pista en común en el proceso de cada movimiento. Tanto en el contexto de los paises que tuvieron participacion activa en el movimiento estudiantil de 1968, como en los movimientos estudiantiles instituído despues de dicha época (Movimiento estudinatil de 1971 y Movimiento estudiantil de 1989), detentaron de un estado moderno que hacía cristalización del conflicto social, del equilibrio inestable entre intereses conflictivos de clase, género, étnicos, etc., y no solo una prolongación sin más de los intereses del capital, dejando de lado los intereses sociales. Aun así, por medio de estos movimientos a través de la protesta, reivindicación y el cambio estructural. Cada movimiento partió desde los intereses y necesidades sociales de su respectiva población para no solo permear como mera movilización, sino también poder hacer intervención en harás políticas.
Ahora bien, consideremos que las diferencias entre los movimientos se deben a que, por un lado, los movimientos colombianos frente al movimiento estudiantil de 1968 se encuentra en diferentes situaciones contextuales; siendo que, en los tres casos, las necesidades sociales e institucionales no eran las mismas (como país con un estado de centro y un país de periferia). Con los anterior, más precisamente entre el caso del movimiento estudiantil de 1971 y el movimiento estudiantil de 1989, la diferencia se debe a que en ambos contextos se necesitaba urgentemente la reforma constitucional, A pesar que la sociedad de 1971 apenas estaba emergiendo el ideal del reconocimiento y reivindicación de la sociedad pluralista Colombiana. Si bien el movimiento logro una amplia movilización, estos simplemente generaron unos cuantos cambios en las políticas de reconocimiento social (como la reivindicación de la educación universitaria). En cambio, gracias a los precedentes generados por situaciones como el movimiento estudiantil de 1971, permitió la idea del posible cambio constitucional de 1989 ya se hubiese instituido en la ciudadanía.
Referencias:
Fazio H. (2009). “Los años sesenta y sus huellas en el presente”. Revista de Estudios Sociales, n° 33, pp. 16-28.
Santamaría, R. (n.f) La importancia del movimiento estudiantil en las transformaciones sociales y constitucionales. Universidad del Rosario
Tarrow S. (1997) (1994), “La acción colectiva y los movimientos sociales” (cap. 1). El poder en movimiento (pp. 33-64). Madrid: Alianza Editorial.
Liliana Valentina Galindo Vesga